El acero inoxidable se puede recubrir mediante galvanoplastia, pero requiere un pretratamiento especial. La capa de óxido pasivo en el acero inoxidable dificulta la adherencia de los recubrimientos metálicos. El método más eficaz para lograr un recubrimiento exitoso es utilizar Niquel-Strike como capa de activación.
Guía paso a paso
1. Limpieza de la superficie
- Eliminar grasa, aceite o contaminantes con un limpiador adecuado.
- Enjuagar bien con agua desionizada.
2. Niquel-Strike como promotor de adhesión
- Se deposita una fina capa de níquel mediante electrólisis.
- Esto crea una superficie activa y evita que el recubrimiento se desprenda.
- Después del Niquel-Strike, la pieza debe transferirse inmediatamente al siguiente baño de galvanoplastia sin enjuagar.
3. Aplicación del recubrimiento principal
Después del Niquel-Strike, se puede depositar la capa metálica deseada:
- Níquel para recubrimientos decorativos o resistentes a la corrosión.
- Cobre como capa intermedia para otros recubrimientos.
- Cromo para superficies brillantes y resistentes al desgaste (se recomienda una capa densa de níquel).
- Zinc o zinc-níquel para protección contra la corrosión.
¿Por qué es necesario el Niquel-Strike?
- El acero inoxidable tiene una capa pasiva de óxido de cromo que impide la deposición directa de metal.
- Niquel-Strike elimina esta capa y garantiza una superficie adecuada para la adhesión.
- Sin Niquel-Strike, el recubrimiento galvanizado a menudo no se adhiere de forma permanente al acero inoxidable.