¿Puedo utilizar una batería en lugar de una fuente de alimentación regulable?
Utilizar una batería para galvanoplastia - Por qué lo desaconsejamos
Aunque teóricamente es posible utilizar una batería en lugar de una fuente de alimentación regulable para galvanoplastia, te lo desaconsejamos totalmente. El motivo es la imposibilidad de regular con precisión el voltaje y la corriente, lo que es esencial para el éxito de la galvanoplastia.
Razones por las que una batería no es adecuada:
- Sin control de tensión: las pilas suministran una tensión fija (por ejemplo, 1,5 V para una pila AA o 12 V para una batería de coche). Como la galvanoplastia suele requerir que se ajuste el voltaje para controlar la calidad del chapado, el voltaje fijo de una pila suele dar lugar a resultados que no son óptimos. Esto puede dar lugar a capas desiguales, desarrollo incontrolado de gases (como ampollas) y otros efectos indeseables.
- Corriente incontrolada: La corriente depende de la tensión de la batería y de la resistencia del baño electrolítico. Sin la capacidad de regular la corriente con precisión, el flujo de corriente puede ser demasiado alto, lo que puede dañar el recubrimiento, o demasiado bajo, lo que hace que el proceso sea ineficaz.
- Potencia decreciente: A lo largo del uso, la potencia de la batería disminuye, lo que se traduce en una tensión decreciente. Esto afecta directamente a la calidad y uniformidad del recubrimiento y puede hacer que el proceso sea impredecible.
- Riesgo de recubrimiento incorrecto: Debido a la falta de control, aumenta significativamente el riesgo de recubrimientos incorrectos o incluso de daños en la pieza. Esto puede provocar pérdidas innecesarias de material y costes adicionales.
Conclusión:
Para obtener resultados de galvanoplastia de alta calidad y uniformes, es fundamental poder controlar con precisión la tensión y la corriente. Una batería que no ofrezca ninguna opción de control no puede cumplir estos requisitos y suele dar lugar a resultados insatisfactorios. Por lo tanto, recomendamos el uso de una fuente de alimentación controlable que se haya desarrollado especialmente para los requisitos de la galvanoplastia, con el fin de conseguir resultados óptimos.