La elección entre un ánodo de barra o un ánodo plano depende de varios factores:
1. Tamaño y forma de la pieza
- Ánodo plano: Ideal para piezas grandes o cuando se necesita un espesor de recubrimiento uniforme en una superficie amplia. Perfecto para la galvanoplastia por inmersión.
- Ánodo de barra: Mejor para piezas más pequeñas o cuando se requiere aplicar el recubrimiento en zonas específicas. Perfecto para la galvanoplastia con lápiz.
2. Distribución de la corriente
- Ánodo plano: Ofrece una distribución de corriente más uniforme gracias a su mayor superficie, ideal para recubrimientos homogéneos.
- Ánodo de barra: Puede causar depósitos irregulares, especialmente si la distancia al cátodo no es constante. En la galvanoplastia por inmersión puede generar una densidad de corriente anódica excesivamente alta.
3. Disposición de los electrodos
- Ánodo plano: Colocar dos ánodos planos opuestos de forma simétrica permite una deposición uniforme del metal.
- Ánodo de barra: Debe situarse de manera que la distancia a la pieza se mantenga lo más constante posible para evitar variaciones en el espesor del recubrimiento. ¡La corriente siempre toma el camino más corto!
4. Ánodo de barra para la galvanoplastia con lápiz
- Un ánodo de barra se utiliza principalmente en la galvanoplastia con lápiz (también llamada tampón), ya que permite una aplicación precisa del recubrimiento.
- Ideal para retoques en áreas pequeñas o para piezas que no puedan sumergirse completamente en un baño galvánico.
5. Ánodo plano para la galvanoplastia por inmersión
- Los ánodos planos son especialmente ventajosos en la galvanoplastia por inmersión, pues aseguran una deposición uniforme del metal en piezas más grandes.
- En un proceso por baño, la pieza se rodea de electrolito por varios lados, garantizando un recubrimiento homogéneo.
- Dos ánodos planos opuestos proporcionan una distribución simétrica de la corriente y mejoran significativamente la calidad del recubrimiento.
Conclusión
- Para un espesor de recubrimiento uniforme y piezas grandes → Ánodo plano, especialmente para la galvanoplastia por inmersión.
- Para recubrimientos pequeños o precisos → Ánodo de barra, especialmente para la galvanoplastia con lápiz.
- Siempre ten en cuenta las propiedades del electrolito y la distribución de la corriente.